El sueño, la melatonina y la luz


Nuestro ritmo de sueño-vigilia está influenciado significativamente por la luz del día. Tomar el sol en la mañana nos ayudará a dormir mejor. Por la noche, el dormitorio ha de estar sellado a la luz exterior, especialmente al alumbrado público, y a otras posibles fuentes de luz artificial. Para envolverse en la oscuridad, muchas personas por instinto acaban durmiendo con el edredón sobre la cabeza.

Un nuevo estudio realizado por el departamento de Neurología de la Universidad Northwestern en Chicago proporciona evidencia de que la falta de luz solar puede interferir con la calidad de sueño. En el estudio se analiza a diversos trabajadores que realizan su tarea en oficinas sin ventanas o escasez de luz, frente a trabajadores al aire libre o con ventanas grandes que les permiten la exposición a la luz solar durante el día. Los trabajadores sin exposición a luz solar durmieron peor y por un periodo más corto que las personas que realizaron su trabajo al aire libre o tenían oficinas con grandes ventanales.

 

Nuestras abuelas nos lo llevan diciendo durante décadas, el ejercicio al aire libre favorece el sueño

Este estudio realizado en conjunción con dos Universidades de Arquitectura (una en Taiwan y otra en Illionis) han podido encontrar evidencia científica en lo que siempre han dicho nuestras abuelas: Quién se mueve mucho al aire libre durante el día, dormirá mejor. Este dicho es muy importante con los niños. No sólo es el movimiento que asegura la fatiga saludable, sino también la luz, por su influencia en el ritmo circadiano de las personas, que es el que controla la calidad del sueño.

 

Hormona de melatonina

La hormona del sueño, la melatonina, se produce por la noche y nos hace entrar en una agradable sensación de cansancio, a la vez que disminuye la presión arterial. Durante el día, la luz inhibe la secreción de esta hormona en la glándula pineal. La melatonina también interviene en la segregación de la hormona del crecimiento, por eso en la infancia y en la pubertad se duermen más horas que en la edad adulta.

 

La luz de la pantalla

También es importante asegurarse de que no nos exponemos a pantallas brillantes por la tarde o por la noche y que la iluminación de la habitación y el cuarto de estar sea lo más cálida posible.
El brillo de la pantalla de nuestro ordenador, televisión, tablet, o smartphone hace que nuestro cerebro esté en alerta y por lo tanto este confuso pensando que no es hora de descansar, lo que puede ocasionar dificultades para conciliar el sueño. Los jóvenes y adolescentes tienen gran costumbre de acostarse pegados a su teléfono móvil lo que hay que evitar a toda costa. Existen aplicaciones en el móvil que cambian la luz de la pantalla a medida que se acerca la noche.

 

Oscurecer la habitación

Si vive en la ciudad probablemente no hará falta que le expliquemos el impacto negativo del alumbrado público en la calidad del sueño. En ese caso unas buenas persianas o cortinas gruesas serán imprescindibles. Esperamos que gracias a una buena adecuada luz durante el día puedas conciliar mejor el sueño con tu edredón de Zizzz.