Los bebés crecen y se desarrollan a diferente velocidad. Igualmente, el comportamiento de un bebé puede diferenciarse significativamente del de otro. Si tu bebé no se duerme tan rápido, o no duerme tanto como otros bebés, esto definitivamente no es una razón para preocuparse. De hecho, es raro que un bebé pueda dormir de manera ininterrumpida por varias horas.
Hay muchas razones por las cuales tu bebé podría despertarse durante la noche, o puede dormir durante el día. Para muchos bebés, la hora del día en particular es difícil, ya que el mundo alrededor de ellos es muy emocionante y quieren explorar todo.
Sin embargo, también hay algunos consejos y trucos que pueden ayudar a tu bebé a dormirse más rápido, y pasar toda la noche durmiendo.
¿En qué se diferencia el sueño de un bebé del de un adulto?
Para comprender mejor los patrones de sueño de tu bebé, deberías primero observar la duración del tiempo en el que duermen, y su ciclo típico de dormir. Esto se debe a que el sueño de un bebé no se puede comparar con el de un adulto.
En su primer mes, los recién nacidos usualmente necesitan de 17 a 18 horas de sueño y aún no saben la diferencia entre el día y la noche. Un infante normalmente no duerme más de tres o cuatro horas seguidas, y se despertará y llorará de manera invariable durante esos intervalos.
Del segundo al sexto mes, los recién nacidos lentamente aprenden la diferencia entre el día y la noche. Duermen un promedio de 14 a 17 horas, y la fase de estar despiertos cada vez se presenta más durante el día. Algunos bebés pueden desarrollar un ritmo regular de día y noche desde el sexto mes en adelante.
Los bebés que tienen de siete a nueve meses duermen alrededor de 13 a 14 horas, de las cuales 11 horas forman parte de la noche. Durante el día, la cantidad de sueño que necesitan los bebés se hace cada vez menor. Cuando un bebé tiene casi un año de edad, todavía necesitará aproximadamente 12 o 13 horas de sueño. En este caso, la hora de la siesta únicamente se dará una o dos veces durante el día.
Ciclos de dormir en los bebés
Cuando hablamos de este tema, no es sólo la cantidad de sueño que necesita un bebé lo que se diferencia de los adultos, sino también los ciclos de sueño por los que pasan durante la noche.
El ciclo de sueño de un adulto dura alrededor de una hora y media a dos horas, pero el de un bebé toma sólo 30 minutos. Además de eso, los bebés atraviesan varias fases REM (Movimiento Ocular Rápido), durante las cuales sueñan y se mueven mucho.
En la fase REM, los bebés procesan las experiencias del día, almacenando así información en su memoria. Por supuesto, el cerebro de un adulto tiene que procesar más información que un bebé, pero el tamaño de nuestro cerebro no cambia, como sí lo hace el de un bebé.
El cerebro sólo crece y se desarrolla durante la fase REM, por lo tanto está claro que los bebés necesitan muchas de estas. Los bebés se despiertan rápidamente entre cada fase, porque la transición de una a otra funciona como un estímulo despertador para el cerebro del bebé. Algunos bebés pueden volver a quedarse dormidos por sí solos, pero otros necesitan algo de ayuda.
Especialmente durante el día, tu bebé quizás no pueda volver a dormirse por sí mismo. A lo largo del día, hacen nuevos descubrimientos y tienen nuevas experiencias. Igualmente, las siestas durante el día son importantes para el desarrollo mental y físico de tu bebé.
Mi bebé no puede dormir durante el día - ¿Qué puedo hacer ante esta situación?
Establece una rutina diaria
Puede ser complicado para muchos padres si su bebé simplemente se rehúsa a dormir durante el día. Para hacerle más sencillo a tu bebé que encuentre su ritmo de día y noche, es recomendable establecer una rutina para el día, y otra para la noche.
Una rutina regular le da al bebé seguridad y orientación cada día de su vida. La forma exacta en la que creas la rutina diurna de tu bebé depende completamente de ti. Sin embargo, las típicas actividades diarias como despertarse, comer, tomar una siesta, y amamantar, deberían llevarse a cabo a horas establecidas que no varíen.
De esta forma, tu bebé sabe qué esperar a lo largo del día, lo que le da seguridad para relajarse y quedarse dormido a la hora correcta.
Moldear activamente el día sin sobreestimular al bebé
En esta etapa, moverse y aprender teniendo nuevas experiencias promueve el desarrollo cerebral de tu bebé. Sin embargo, siempre deberías esforzarte por encontrar un buen balance entre los juegos de movimiento y los de atención.
A los bebés sobreestimulados puede hacérseles difícil intentar dormir. Por eso, asegúrate de encontrar un buen balance entre aprender, jugar y pasar tiempo respirando aire fresco. Los bebés recién nacidos, especialmente, no deberían permanecer despiertos por más de una o dos horas consecutivas durante el día, o de lo contrario se sentirán abrumados ante tantos nuevos estímulos.
Tu bebé te dirá con varias señales corporales que está cansados. Cuando ellos lo están, entran en una fase tranquila, durante la cual están callados y relajados, y pueden dormirse más rápido. Si se excede este tiempo, el cansancio puede terminar en un comportamiento de irritabilidad.
Estas señales pueden incluir:
- Ojos llorosos.
- Tener el ceño fruncido.
- Frotarse los ojos.
- Puños apretados.
Si tu bebé es un poco más grande, también puedes mostrarle vídeos educacionales durante el día para enseñarles de una manera divertida. Sin importar la edad, tampoco debería dejar de tener una rutina. Incluso si tu bebé puede estar bien sin tomar una siesta, varias actividades deben seguir un cronograma.
Crear rituales de sueño
Si notas que tu bebé se cansa durante el día, deberías ponerlo en una habitación oscura tan pronto como sea posible. A pesar de eso, también puedes fijar horas del día en las que quieres que tu bebé duerma.
Puede ser que a tu bebé le tome un poco de tiempo acostumbrarse a tu cronograma, y al comienzo probablemente necesiten un poco de ayuda para quedarse dormidos. Si tu bebé sigue despierto luego de que lo acuestes, deberías permanecer al lado de su cuna o cama por un rato, hasta que se duerma.
Puedes cantar una canción de cuna, tararear, o colocar tu mano sobre el pecho de tu bebé. Esto le da una sensación de seguridad y confianza, y lo ayuda a quedarse dormido.
Crear el ambiente ideal para dormir
Si tu bebé no puede no puede quedarse dormido durante el día, el ambiente en el que duerme puede ser una posible razón. Incluso durante el día, los bebés deberían dormir en una habitación oscura que tenga una temperatura de 16 a 18 grados. Especialmente antes de que alcance la edad de un año, la cuna de tu bebé debería estar en tu habitación durante la noche.
Además de eso, se ha comprobado que un saco de dormir para bebé ayuda a los niños a quedarse y permanecer dormidos. Nuestros sacos de dormir para bebé están hechos con relleno de lana suiza pura y virgen, que ayuda a regular la temperatura corporal de tu bebé. También son una alternativa mucho más segura que las mantas, ya que un saco de dormir del tamaño correcto puede ayudar a tu bebé a permanecer dormido en una posición segura boca arriba. Además de eso, tu bebé no podrá patear hasta quitarse la manta, lo que hará que sienta mucho frío, y tampoco podrá deslizarse sobre la cabeza de tu bebé, dificultando que puedan respirar.
También tenemos sacos de dormir para bebés para niños un poco más grandes, y mantas transpirables para bebés.
Alentando al bebé a calmarse a sí mismo
Si bien es correcto permanecer junto a tu bebé hasta que se duerma, también deberías alentarlo a calmarse por sí mismo. Cuando los bebés se despiertan durante el día o la noche y se dan cuenta que sus padres no están en la habitación, pueden inquietarse y comenzar a llorar.
Aunque muchos bebés se agitan durante la noche porque están soñando, o porque tienen un poco de dolor de estómago, a menudo se calman nuevamente por sí mismos. Como padres, no deberían correr a la cuna de los bebés para revisarlos cada vez que se mueven o hacen un ruido. Esto, porque tu bebé se acostumbrará rápidamente a esta dinámica y no podrá quedarse dormido sin ayuda.
A pesar de eso, nunca dejes que tu hijo llore o grite durante varios minutos. Tan pronto como tu bebé comience a llorar, deberías constatar si tiene hambre, tiene su pañal sucio, o tiene alguna otra necesidad.